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Responsabilidad Social Corporativa VS Responsabilidad Digital Corporativa.

Escrito por Ambientea | febrero 14, 2024

Resumen: La responsabilidad social ya no se limita a lo ambiental o filantrópico. En un mundo atravesado por datos y algoritmos, las empresas deben responder por cómo diseñan, operan y gobiernan lo digital: privacidad, seguridad, sesgos, transparencia, inclusión y bienestar de usuarios. A eso le llamamos Responsabilidad Digital Corporativa (CDR).

De la RSE clásica a la responsabilidad digital

La ISO 26000 ofrece la guía global de responsabilidad social (RSE). Hoy, esa obligación se extiende al ámbito digital: lo que hacemos con datos, plataformas y modelos de IA impacta derechos, confianza y mercados. CDR es la actualización de la RSE para la economía de datos.

¿Qué es la CDR?

La literatura la define como valores, normas y prácticas que guían el uso de tecnologías y datos de forma social, económica y éticamente responsable, incluyendo transparencia y rendición de cuentas. En términos prácticos: diseñar y operar productos digitales que protejan a las personas, no solo que cumplan funciones.

Por qué importa: regulación, riesgo y confianza

  • Privacidad y datos: el GDPR fija principios como minimización, transparencia y responsabilidad; incumplirlos erosiona la confianza y expone a sanciones.
  • Plataformas y contenidos: la DSA en la UE exige mayor diligencia a intermediarios y plataformas para un entorno más seguro y responsable.
  • Inteligencia artificial: el AI Act introduce un enfoque basado en riesgo (desde prohibiciones hasta obligaciones estrictas para sistemas de alto riesgo) y requisitos de transparencia.
  • Principios internacionales y gestión de riesgo: los Principios de IA de la OCDE y el NIST AI RMF orientan a crear sistemas confiables y a gestionar riesgos técnicos y sociales.

Las dimensiones clave de la CDR

  1. Privacidad y gobernanza de datos: recolección proporcional, finalidades claras, controles para las personas usuarias. (GDPR).
  2. Seguridad y ciberresiliencia: proteger infraestructuras y cadenas de suministro digitales frente a amenazas. (WEF, ciberresiliencia).
  3. Equidad algorítmica y no discriminación: evaluación de sesgos, trazabilidad de datos y validaciones independientes cuando corresponda. (AI Act, OCDE).
  4. Transparencia y explicabilidad: informar cuándo interactuamos con IA y cómo se moderan contenidos o se recomiendan productos. (AI Act, DSA).
  5. Accesibilidad e inclusión digital: productos usables por audiencias diversas, reduciendo brechas y barreras. (MIT Sloan enfatiza integrar lo social y lo tecnológico).
  6. Bienestar digital: minimizar patrones oscuros y sobrecarga cognitiva; diseñar para la salud mental y el uso responsable. (HBR).
  7. Impacto ambiental de lo digital (breve): aunque este artículo prioriza lo social, la CDR reconoce el costo energético de lo digital y promueve eficiencia como parte de la rendición de cuentas. (MIT Sloan).

Beneficios empresariales reales

Las organizaciones que institucionalizan la CDR reducen riesgo regulatorio, fortalecen la reputación, atraen talento y mejoran la lealtad de clientes. La evidencia en gestión señala que integrar responsabilidad digital impulsa creación de valor y ventajas competitivas sostenibles.

Gobernanza y métricas: lo que pide el momento

  • Estructura: consejo y alta dirección con supervisión explícita de riesgos digitales; políticas de datos/IA con responsables claros. (NIST AI RMF).
  • Procesos: evaluaciones de impacto (privacidad, sesgo, seguridad), vías de queja y remediación para usuarios, auditorías internas/externas cuando aplique. (AI Act).
  • Indicadores: brechas de accesibilidad cerradas, tiempos de respuesta a incidentes, tasas de falsos positivos/negativos en modelos, satisfacción y confianza de usuarios. (OCDE/mitigación de riesgos).

Referencias